Como bien dicen, en gustos se rompen géneros y en cuestión de vinos sucede lo mismo; existe una gran variedad de tipos para complacer cualquier paladar entre vino tinto, espumoso, rosado y blanco, pero el de nuestro interés en esta ocasión es el primero: el vino tinto.

El primer factor que nos permite distinguirlo es su particular color rojo intenso rozando los tintes más oscuros, además a diferencia de otras bebidas alcohólicas, el vino tinto deja una sensación de dulzor y rugosidad en la boca. Si bien estas son las características que no te dejarán confundirlo con otro tipo, debes saber que dentro del vino tinto existen distintas cepas de uva que generan una subclasificación de este mismo, muchas de ellas seguramente las has escuchado, pero aquí te hablaremos un poco sobre las más conocidas.

Cabernet Sauvignon

Originaria de Francia, esta variedad de uva da la es muy longeva, por lo cual los vinos elaborados con ella suelen durar mucho tiempo. Al probar un vino proveniente de esta cepa, lo reconocerás en seguida por su muy particular sensación seca que permanece en la boca después de tomar un trago, sin dejar de lado los tenues sabores frutales posibles de reconocer. Gracias a su maridaje esta es una maravillosa opción para acompañar carnes y comidas con un sabor fuerte de condimento y especias, así como aquellas que contengan un elevado contenido graso.

La Cabernet Sauvignon es el retoño de la unión de la Cabernet Franc y la Sauvignon Blanc

Merlot

La uva merlot, mucho más delicada que la cepa de Cabernet Sauvignon, se encarga de darle al vino un tono morado característico de los vinos jóvenes, con ligeros toques de sabores frutales semejantes a la cereza y frambuesa. En este caso, la acidez suele ser mayor a la de otras cepas, a pesar de ello suele ser más suave por lo que tiene más demanda en el mercado. Perfecto para acompañar pastas, tablas de quesos maduros y carnes grasas.

Malbec

Su origen se encuentra en el sur de Francia y posteriormente fue traído al sur de América llegando por Argentina. Su sabor es afrutado en la juventud, con el pasar de los años se vuelve más presente la canela, tabaco y cuero, así como la vainilla en su olor. A primera vista podrás reconocerlo por su color oscuro casi rozando las tonalidades negras.
Un dato curioso de esta cepa es que casi el 75% de los Vinos Malbec son producidos en países de Suramérica como Chile y Argentina.
Muy semejante a los anteriores, el maridaje del Malbec es adecuado para acompañar carnes rojas, quesos fuertes y pastas con salsa de tomate.

Syrah

Es una uva originaria del valle del Rodano en Francia y en Querétaro mantiene el perfil parecido al francés, en el caso de la uva Syrah debemos destacar que es muy fácil de encontrarla entre los viñedos Queretanos. Es el ideal si es que buscas sabores ácidos y secos, eso sí, toma en consideración que su graduación alcohólica suele ser mayor a las de otras cepas. Su aroma comparte toques frutales de frambuesa  y grosella, así como olores más fuertes semejantes a los del clavo y la pimienta. Cuando se añejan suelen tornarse más fuertes y amaderado con un toque humeado. Respecto a su maridaje, se lleva excelente con embutidos, carnes blancas y sabores fuertes como los de algunos quesos.

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